En esta vida estamos constantemente haciendo limpieza. Yo
personalmente borro mails de mi bandeja de entrada, tiro apuntes de años
pasados, cosas inservibles que aparecen por mi habitación… Estamos
acostumbrados a que sea fácil; siempre hay una puerta por la que salir, una
papelera donde echar tus cosas, un agujero por el que escapar… siempre hay
botones de eliminar, de reiniciar o papeleras virtuales de reciclaje.
La realidad sin embargo, no es así, ¿qué pasa cuando no se
puede? Nuestro planeta es finito y ya no le cabe más mierda; sin embargo
nosotr@s no dejamos de producir más, y más, y las cosas no desaparecen. No hay
un botón para tirar de la cadena y que se vayan a, no sabemos donde, las
toneladas de recursos y recursos que consumimos las sociedades occidentales. Vamos
dejando huella, una huella que jamás podremos borrar.
El actual modelo productivo-destructivo de los países capitalistas
hace que se nos esté acabando el mundo. En Occidente, enviamos basura
electrónica a África y tenemos el valor de disfrazarlo como “donaciones de
caridad”. El consumo energético es completamente desigual e injusto a lo largo
y ancho del globo terráqueo. Y, a cambio, tenemos 4 ordenadores en cada casa, 3
coches, cambiamos de móvil una vez al mes y gastamos nuestro ocio en ir a
centros comerciales para seguir consumiendo.
La semana que viene la UJCE realizamos la conferencia
estatal de mundo rural y ecología, creo que la lección más importante que
debemos aprender hoy es que la ecología debe pasar a ser un eje fundamental y
prioritario en nuestro discurso. Pero no por una cuestión abstracta de amor a
la naturaleza, sino por una necesidad histórica que se hace palpable e ineludible
por la insostenibilidad del sistema; como escuché hace poco en las plazas: “La revolución será verde o no habrá donde
hacerla”
En mi opinión la solución pasará por dejar de considerar la
contaminación como una externalidad, y ser conscientes de que es un daño social
y económico muy importante. Las respuestas tendrán que ser soluciones globales integradas,
dadas por una economía planificada que produzca en función de las necesidades
sociales y no de la maximización del beneficio. Y esto jamás podrá hacerse sin
devolver la soberanía a los pueblos y quitársela a los monopolios energéticos
occidentales y a las grandes multinacionales. (esto ultimo puede llamarse expropiar, y a nadie debe asustarle ;p )
No quería acabar sin una foto de estas vacaciones en estos rincones que de pronto sientes como si vivieras en otro mundo.

No hay comentarios:
Publicar un comentario
Y tú, ¿qué opinas?