Ir, tren,
conocer gente, comer compartiendo intereses comunes y finalmente entrar a un
salón de actos donde el Conseyo de Mocedá de Xixón y el Consejo de la Juventud de
España junto con representantes del Principado y el Ayuntamiento, nos introducen a lo que va a ser la edición Cabueñes 2016, marcada por
el deporte, al ser Gijón, este año, la ciudad europea del deporte.
“Lleve chandal o gafas y tacones soy @MartaLliteras y
@EncuentrosKBUNS me permite mostrarme así.”
“Los chicos cuando les seleccionan ya se creen que van
a ser deportistas de élite y que van a ganar siempre mucho dinero. Las niñas
tienen más los pies en la tierra, saben que tendrán que estudiar.”
Son sólo dos
frases de la charla más emotiva que tuvimos quienes
formamos parte del seminario 3. Marta Lliteras, politóloga y deportista de
élite nos contó como hace ella para combinar estas dos facetas de su vida, que
la hacen ser como es y que le apasionan, y reivindicó que no puede entenderse
una sin la otra, que cuando nos invitan a un foro seguimos siendo nosotros y
nosotras mismas y debemos ser libres de mostrarnos en nuestra amplitud.
Explico su
labor entrenando y formando a niños y adolescentes en la práctica deportiva,
explicó como quienes se han tenido, como ella, que dedicar profesionalmente al
deporte se las ven en verdaderos aprietos para poder estudiar y sacar sus vidas
y currículums adelante.
“La otra opción es verte con 30 años lesionada y con
un curriculum vacío porque no has hecho nada más que Rugby. A mis alumnos les
repito que estudien, que tengan otros intereses más allá del deporte. Las niñas
lo tienen más claro, saben que les hará falta estudiar, el deporte femenino no
está pagado; los chicos en cambio en cuanto les ficha un equipo medianamente
importante ya se creen que van a poder vivir de ello toda su vida, no se dan
cuenta que es un porcentaje ínfimo el que finalmente logra eso.”
Tras una
rica degustación de comida asturiana (restaurante al que volvimos todas las
noches, ¡viva las patatas al cabrales del Antiguo!) nos fuimos a descansar por
el intenso día que nos esperaba al día siguiente.
Eva García
Pérez: “Dimensiones y apropiaciones de la ciudad”
El viernes
comenzamos metiéndonos más en el concepto de urbanismo, partiendo de una
premisa: la morfología de una ciudad tiene multitud de implicaciones políticas.
Eva nos explicó como el urbanismo, como herramienta de planificación de una
ciudad, nunca es una herramienta neutral; y partiendo de esa base observamos
multitud de experiencias urbanas, de ahora y del pasado, poniendo especial foco
en el tema ambiental, y la posibilidad de construir ciudades que sean
autosuficientes.
Nos explicó
la tendencia a la construcción de ciudades globales, en las que no sabes muy
bien si estas en Buenos aires, Nueva york o Tokio porque todas siguen una misma
lógica. Una tendencia a la globalización y a construir por construir donde el
espacio público deja de tener cualquier
tipo de protagonismo y desaparece como espacio de socialización.
“Con este sustrato físico, es difícil hacer una ciudad
feliz. Además, sobre la ciudad se vierten diversos discursos moralizantes, hay
que denunciar la concepción patriarcal de las ciudades”
“Todos somos expertos en nuestra manera de vivir y no
nos tienen que decir cómo hacerlo. Hay que poner en valor la capacidad de un
cualquiera para planear su propio hábitat”.
Una pregunta
que durante todo el seminario tuvimos en mente fue ¿Los jóvenes necesitan/amos
espacios físicos diferenciados o es mejor tener espacios polivalentes donde
convivan con otros grupos humanos?
El debate
está servido.
Y las fabes...
Tras esta
contundente comida, volvimos a la acción, esta vez de la mano del ObservatorioDESC.
Irene, la
directora del observatorio, nos contextualizó sobre la actividad que realizan
en su labor de preservar los derechos de todo tipo, diferenciando lo que se han
venido a llamar derechos humanos emergentes, y como el derecho a la ciudad se
está convirtiendo en un concepto mundial cada vez más debatido, estudiado y
defendido como un derecho al lugar, a poder disfrutar del espacio donde vivimos,
y que tiene muchas interpretaciones según el país, las condiciones de vida,
etc.
El derecho a
la ciudad es interrelacionar derechos, incluye el derecho a la vivienda, a los
espacios de intercambio, a la movilidad, al espacio público como ágora…
“Están quitando los bancos de las ciudades, los sustituyen
por sillas en las que sólo cabe una persona, parece una tontería pero son
terribles las implicaciones que tiene, el individualismo como forma de vida”
“La criminalización de la pobreza, las cámaras de
seguridad en el espacio público… son temas a los que debemos prestar atención.
El derecho a la ciudad es un derecho colectivo, no se puede entender
individualmente. Sentir que el lugar es nuestro, la pertenencia, son conceptos
muy importantes”
Después fue
el turno de Albert Martín, experto en la relación entre Juventud y espacio
público. Albert nos habló del “poder adulto” o la “adultocracia” y de cómo en
la actualidad ser joven representa una desventaja en una sociedad dominada por
adultos, quienes siguen considerando a los jóvenes como botín político,
comercial, laboral, etc.
Explicó cómo
las nuevas generaciones siempre son motor de cambio, y expuso una serie de
problemas materiales con los que se encuentran las y los jóvenes a la hora de
tratar de vivir el ocio, la salud, la sexualidad…, debido a la falta de
espacios para ello.
Acabamos la
sesión realizando un taller grupal donde se vieron ejemplos de situaciones
reales de la vida cotidiana de los jóvenes, dificultades con las que se
encuentran y posibles vías de solución.
Esa noche,
tras una “Espicha sin sidra” y la curiosa actuación del transgresor, Rodrigo
Cuevas, nos fuimos a descansar para la tercera jornada de #KBUÑS2016
El sábado por la mañana tuvimos la sesión más práctica del seminario. Tuvimos la oportunidad de trabajar con Ainhoa Zamora, Directora Ejecutiva de MASTERYOURSELF/ de Teamlabs. A través de fórmulas como el Design Thinking y el diseño creativo, pusimos en marcha metodologías para generar ideas innovadoras, lo cual nos ayudó a desarrollar a lo largo de toda la mañana un proceso de pensamiento colectivo que nos llevó a diseñar diferentes propuestas de proyectos para dar solución a problemas, objetivos y metas previamente diseñados.
Empezamos por definir un reto, una meta, con la fórmula del ¿Cómo podríamos…? Y combinando una tendencia con algo que deseemos que cambie. Ainhoa nos explicó la importancia de definir bien el reto, pues será la meta que nos guíe en todo el proceso. "En el desarrollo de esta marcha conviene estar continuamente revisándolo todo, pero fijarnos bien la meta, será crucial para el resultado final."
Algunas de las preguntas que surgieron fueron:
¿Cómo podríamos cambiar la rigidez institucional para acercarnos a las y los jóvenes?
¿Cómo podríamos involucrar a la juventud en el entorno social de forma organizada?
Tras un primer momento de lluvia de ideas donde se trata de potenciar las ideas “locas” y no poner pegas, “momento de la cantidad, no de la calidad”, pasamos a seleccionar en nuestros grupos aquellas que nos ayudaban a resolver mejor el reto planteado. En definitiva, estuvimos aprendiendo a pensar e idear de una forma distinta a la habitual con lo que en Teamlabs llaman "learning by doing".
El sábado
por la tarde tuvimos la oportunidad de conocer junto con Miguel Brea y sus
compañeros de Montamarta, este espacio comunitario de convivencia vecinal. Como
un edificio en desuso, que solía ser un foco de conflictividad, suciedad y
drogas, ha pasado a convertirse en un centro social al que acuden personas de
los 0 a los 100 años y donde cualquier vecino tiene cabida.
Nos contó
también la historia del barrio de San Blas, un barrio de la periferia madrileña
donde apenas existía tejido asociativo y donde sus gentes no disponían de
recursos o espacios comunes donde socializarse. A raíz de la irrupción del 15M
un grupo de personas se juntaron y decidieron abrir un espacio vacío para uso y
disfrute de la ciudadanía. En un primer momento fue difícil, tuvieron que
enfrentarse a desalojos, policía y un sinfín de dificultades, pero finalmente
la constancia dio sus resultados y hoy disponen de un espacio vecinal en el que
organizan todo tipo de actividades. Aun así, Miguel nos insistía: “gestionar el
día a día del espacio es lo más difícil”.
Por último,
el domingo conocimos el proyecto del Club de Fútbol Ceares, donde nuestros
ponentes Xose e Iñigo nos contaron cómo el fútbol puede no ser sólo un deporte,
sino una forma también de crear comunidad.
La última
ponente, Edurne Irigoyen, nos contó cómo se viven estas experiencias desde
dentro de la institución, cómo poner en valor espacios que estaban degradados y
abandonados y transformarlos en una iniciativa ciudadana siempre ha sido
exitoso. Nos explicó las principales problemáticas que se encuentran quienes
quieren agilizar o regularizar desde los ayuntamientos estas iniciativas, y cómo
las trabas burocráticas son uno de los principales impedimentos a sortear,
muchas veces por encima de la voluntad política.
Para
terminar hicimos una ronda de conclusiones en las que establecimos las mejores cuestiones del seminario, qué cambiaríamos, qué hemos aprendido y siguientes pasos a
dar. En definitiva, nos llevamos la oportunidad de haber
compartido inquietudes, una red de contactos para pensar colectivamente
soluciones a implementar en nuestras ciudades y un bagaje de conocimiento y
experiencias que nos enriquecen como personas y profesionales.
Una grandísima
experiencia, deseando volver a Cabueñes 2017.
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