Desde el río hasta el mar

Sobre Palestina, por Sara Díaz Chapado: 

Hace varias semanas asistí a una charla en la que escuche por primera vez a Liliana Córdova, cofundadora de la Red Internacional Judía Antisionista. Aunque es una obviedad, y no hay que confundir identidad judía con sionismo, choca escuchar esta voz disidente del sionismo imperante. Voz que, por desgracia, cada vez se escucha más flojita (a diferencia de hace años cuando el sionismo era algo minoritario entre el pueblo judío).

Fue muy interesante oír, de primera mano, la historia de cómo el sionismo la educó desde pequeña (como hacen en coles por todo el mundo), para que quieras “ser de Israel” en vez de Argentina, Estadounidense, Alemana o de donde hayas nacido.

El sionismo fue un movimiento político nacionalista fundado en 1897 con la idea de establecer un Estado-Nacional judío en los territorios palestinos. Lo que no explican en esos coles, es que en ese momento, y hasta después de la II Guerra Mundial, eso del sionismo era “una cosa de locos”. En Palestina vivían tranquilamente los pueblos originarios, y el pueblo judío estaba tranquilamente distribuido en 20 naciones del mundo, con lenguas distintas, costumbres distintas, países distintos, y, eso si, una identidad, comunidad, y religión común.

Cierto es que los judíos no vivían tan tranquilamente, pues Occidente siempre ha sido muy antisemita (a diferencia del pueblo árabe por cierto). Pero eso no justifica un sionismo que empezó a promover la llegada de judíos a territorios Palestinos por miles durante los años 1920, 1930 y 1940 y la  creación de ciudades (Tel Aviv, en 1909) y granjas colectivas (los famosos kibutz) “solo para judíos", empezando así un proceso de colonización y segregación. ¿Dónde se ha visto un país sólo para una religión?

Todo empeora tras la II Guerra Mundial, con una Comunidad Internacional que se siente culpable por el genocidio nazi, y que declara y reconoce en 1948 el Estado de Israel expulsando de su tierra a miles y miles de palestinos en la gran catástrofe o Nakba. En este año dividen los territorios Palestinos a su antojo dando más de la mitad al Estado de Israel, que, de todas formas, nunca respetó esa mitad.

Tras esta injusticia de origen todo ha ido a peor: cada vez más asentamientos y colonización de territorios palestinos, racismo, segregación, maltrato, robo de recursos, genocidio, controles por las calles… un marco colonial que practica el apartheid para subyugar a los pueblos originarios y cuando no puede hacerlo, los aniquila.

Por eso, en esa misma charla, Jaldia Abubakra nos hablaba sin tapujos del derecho a la RESISTENCIA del pueblo Palestino. Y aunque a estas alturas debería parecer una obviedad a la RESISTENCIA ARMADA. El supremacismo sionista quiere ocuparlo todo. ¿Por qué mandamos armas a Ucrania para que se defiendan del país que intenta invadirla y en el caso Palestino se las mandamos al invasor? ¿Cómo se puede ser tan hipócrita?

La respuesta es terrible y sencilla. Occidente apoya a Israel por el jugoso negocio del comercio de armas y las plataformas de gas que hay en Gaza, en el Líbano y las vías del comercio internacional del petróleo. No es una guerra religiosa, sino colonial, por los recursos, aderezada con racismo e islamofobia. 

Es fácil solidarizarse con las víctimas (más de 33.000 muertes en este último conflicto desde 1948 son incalculables), lo difícil es apoyar a la Resistencia. Jaldía también nos habló de que no consideran el 7 de octubre una acción terrorista, sino una ofensiva de la resistencia después de 70 años masacrando a la población Palestina. Las propias resoluciones de Naciones Unidas sobre el derecho de los pueblos bajo ocupación colonial, hablan de la resistencia en todas sus formas, también la armada.

Nunca fue justa la idea de los dos estados, y hoy en día es solo dar más tiempo al gobierno de Israel para seguir masacrando y conquistando territorios. La única solución pasa por el derecho al retorno del pueblo Palestino y un único estado laico donde todas las personas convivan sin problemas independientemente de su religión, etnia, color, o lengua.

La lucha por la liberación de toda Palestina no es contra las personas judías sino contra el sionismo. Israel tiene que ser derrotado. Tiene que perder la guerra igual que la perdieron los nazis. El pueblo Palestino tiene derecho a vivir en su territorio.

¡Desde el río hasta el mar, Palestina vencerá!



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Y tú, ¿qué opinas?